El infinito sin estrellas

viernes, 23 de marzo de 2007

DECALOGO DEL BUEN ACTOR DE CINE



Ya hace muchos años el escritor HORACIO QUIROGA escribió el DECALOGO DEL PERFECTO CUENTISTA. Es un tanto dogmático, pero muy útil.
Siguiendo su ejemplo, voy a escribir un DECALOGO DEL BUEN ACTOR DE CINE.
Lo hago según mis experiencias en cortos y largos, como asistente de dirección, como cámara, como director, como productor y también como montajista.

PRECEPTOS
En cine la película es del director, podrá parecer egoísta, egocéntrico, y hasta fachista, pero está establecido que así es y de este precepto surgen algunas consecuencias:
Cuando un actor está bien en una película, es lógico mérito de él.
Cuando un actor está mal en una película, es lógico error del director.
Por esto mismo toda persona partícipe del rodaje o visitante del rodaje que transgreda las prerrogativas del director dando indicaciones o tratando de imponer su opinión sin consultarlo con el director, actúa con total impunidad, mucha mala fe, e irresponsabilidad por el daño que puede hacerle al proyecto y a todos los que se esfuerzan por su éxito.
Nadie conoce la película mejor que el director, y nadie estará más solo en el momento de reconocer, aceptar, y tratar de resolver en montaje los problemas que seguramente no tendrán ninguna solución.

Y ASI LLEGO AL DECALOGO DEL BUEN ACTOR DE CINE

Y VOY A ESCRIBIRLO EN CASTIZO
PORQUE ASI LO HIZO QUIROGA Y LE QUEDO BIEN

Confía en el director tanto como él ha confiado en ti en el momento de convocarte. Si no vas a confiar mejor no aceptes el ofrecimiento.

Si lo que ofrecen pagarte te parece poco no aceptes la propuesta. Dale al proyecto la oportunidad de contar con quien lo haga con más entusiasmo.

Recuerda: salvo Dios, todos los demás cuando estamos en un lugar no estamos en otro, por esta simple cuestión física y existencial no es lógico estar diciendo ´por esta película dejé tal cosa, por esta película dejé tal otra. ´

Si crees que la película que estás haciendo será puente para algo mejor, no será puente para nada. Si no crees nada, puede pasar cualquier cosa. Es así en el cine y en la vida.

No aceptes sugerencias de experimentados amigos y parientes en el momento de la toma ¿lo hablaste con el director?¿él te lo pidió? Si no fue así lo más probable es que seas editado en montaje.

Recuerda este consejo: economía de movimientos. No lo olvides. ECONOMIA DE MOVIMIENTOS y serás amado en montaje tanto por el director como por el montajista. Además, te asegurarás mayor participación en tus escenas y así te amarán también los espectadores.
Y si tienes que moverte porque la escena lo requiere o porque se te dio la gana, repite los mismos movimientos en todas las tomas, de lo contrario resultarás un actor ´impegable´. Lo que ocurre es que los movimientos caprichosos e injustificados que no tienen que ver con la acción dramática, son imposibles de recordar, y por lo tanto de repetir. Observa que poco se mueven DE NIRO, NICKOLSON, DEEP, ALTERIO, NORMA ALEANDRO, y tantos otros, ES POR ESO QUE CUANDO SE MUEVEN EL UNIVERSO ENTERO PARECE TRANSFORMARSE.

En escena, la primera relación es con los ojos, los movimientos y los sentimientos de los otros actores. Los objetos carecen de importancia, salvo que haya sólo objetos en escena o que el director haya marcado que son dramáticamente importantes.

No te rasques en toma, no bosteces, no te metas los dedos en la nariz. Todo esto es asqueroso en el cine y en la vida. Salvo que el personaje lo requiera y el director te lo pida.

Dale al director todas las opiniones que creas necesarias, pero no olvides que son sólo opiniones y como tal pueden ser acertadas o desacertadas. Si son acertadas el director las va a tener en cuenta. Ojo, el director puede equivocarse, pero recuerda, el pagará tanto por sus equivocaciones como por las tuyas.

Prepara tu personaje, un buen director espera que un buen actor traiga su propuesta, pero si al director no le parece la adecuada: olvídala inmediatamente y escucha la suya.

Si en una escena de tres eres el tercero, sé el mejor tercero del mundo conectándote con lo que los otros dos dicen y hacen, no trates de ser el primero ni el segundo con acciones y miradas irrelevantes, porque ya eres el tercero desde que se escribió el guión. No olvides que un gran actor de reparto, también es un gran actor.

En cine no puedes poner cara de asco cuando algo te da asco, no puedes poner cara de sorpresa cuando algo te sorprende, ni puedes poner cara de miedo cuando algo te da miedo. Sólo puede funcionar, y a veces, en la comedia. Lo que pasa es que en la vida real cada uno tiene su cara de miedo, asco y sorpresa. Creer que existe una sola cara para cada sentimiento es un error tremendo. Siente asco como sólo tú o tu personaje puedan sentirlo.

Antes que buen actor sé buena persona, hay gente que invierte dinero en ti y un equipo de trabajo esperándote desde que retiró los equipos a la mañana muy temprano. Hay un director que te eligió protagonista de su sueño y seguramente hasta tuvo que defenderte ante un socio, ante un productor o un asistente de dirección para que fueras parte de ese sueño. Y si eres famoso lo eres aunque sea en parte por gente como esa, es probable que tengas más talento que ellos, por eso te lo digo: sé buena persona. De todos modos, si ya estás ahí, conoces de memoria todos estos consejos, te pido disculpas, no eran para vos.

Si ya eres un gran actor, famoso o desconocido, no hagas caso a ninguno de estos preceptos porque de todas maneras los espectadores te van a amar.

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